Las redes sociales pueden utilizarse para muchas cosas a nivel corporativo, pero en todas ellas subyace el uso principal: la interacción directa e informal entre empresa y usuarios mediante un enlace, que es el community manager.
Es decir, los perfiles en Twitter, Instagram o Facebook de una empresa se crean con el fin de congregar en ellos a los usuarios interesados en la marca. Aunque todos ellos sean clientes potenciales, lo cierto es que el objetivo principal de las RRSS no es vender, a menos que alguien utilice las redes como improvisada tienda electrónica.
Lo que se intenta, más bien, es aumentar tanto la notoriedad como la reputación online de la marca. Una agencia de marketing digital sabe que las redes sociales son plataformas virtuales útiles en las que es posible aplicar estrategias de posicionamiento.
En otras palabras, podemos posicionar en Google nuestros perfiles corporativos en redes sociales, de modo que, cuando un usuario haga una búsqueda relacionada con nuestro sector y con los productos y servicios que ofrecemos, no solo encontrará el sitio web y el blog, sino nuestra página de Facebook, por ejemplo. Desde este punto de vista aumentamos la notoriedad, es decir, la visibilizad online.
En cuanto a la reputación online, es más difícil, ya que es un factor cualitiativo y no cuantitativo. Depende de manera íntegra de la calidad y la diversidad de nuestros contenidos en redes, y en sí de la gestión del CM. Parece una tontería, pero a menudo un CM atento, amable, elocuente y que responda a dudas o quejas con una chispa de humor es el elemento que separa una red social interesante de una apasionante.
Todo ello, tanto las actitudes y aptitudes del CM como la calidad de los contenidos, repercute de manera positiva en la reputación online; y cuando hay reputación online, tarde o temprano también habrá ventas.
La conclusión es simple: es importante saber gestionar las redes sociales de una empresa, pero eso no se puede improvisar. El CM tiene que saber publicar contenidos variados y con sustancia adaptados tanto a la voz de la marca como a los usuarios objetivo.