Se habla mucho de que el buen community manager tiene que saber adaptarse a cada red social. Hoy en día, en el que proliferan los espacios online relativos a las comunidades virtuales, hacer eso no es tan sencillo, al menos en las grandes empresas acostumbradas a tener perfiles en al menos seis o siete redes diferentes. No obstante, esa diversificación en las corporaciones franquiciadas se justifica por el hecho de que existe un departamento de marketing con divisiones y subdivisiones internas, y probablemente haya un CM por cada red social.
En las empresas medianas o pequeñas, sin embargo, el experto o la experta en marketing en redes sociales suele ser una sola persona, y es entonces cuando tiene relevancia el posible problema de la adaptabilidad. Las personas especializadas en RRSS tienen que ser conscientes de que deben conseguir la homogeneización de la voz de la marca en todas las plataformas, pero respetando al mismo tiempo las singularidades internas de cada una de ellas.
Así, el desarrollo de una campaña de marketing en Twitter estará muy condicionada por la información que redactemos, ya que se trata de una red de microblogging especializada en las conversaciones y las interacciones. Pero esa misma campaña en Instagram debe basarse sobre todo en la imagen, y debemos conseguir que las fotografías, los fotomontajes o las ilustraciones empleadas puedan condensar el espíritu de la campaña, que en Twitter sobre todo era escrita.
Por supuesto, el texto también importa en IG, en todas las redes podemos optimizarlo de igual manera para el posicionamiento en Google, pero obtendremos mayores resultados explotando al máximo las características más evidentes de cada red; es decir, los motivos fundamentales por los que los usuarios de esa red tienen cuenta y nos siguen. En Instagram nos seguirán por el contenido visual y las stories, y en Twitter por las encuestas o por la posibilidad de debate.
Depende de nosotros explotar cada situación potencial en cada caso y obtener beneficios sociales. Los habrá, sin duda, si el CM es capaz de desarrollar esa adaptabilidad coherente, una habilidad esencial del marketing en las redes sociales.