Una vez logrado tu negocio online querrás publicitarlo lo mejor posible para asegurar el éxito de este. Pero a la hora de decidir la forma de hacerlo puede acarrearnos la duda cual es la forma más eficiente y más rentable para nuestro bolsillo.
Tanto el SEO como el SEM son imprescindibles en las estrategias del marketing online, siendo ambas estrategias de posicionamiento web pero con diferencias que van más allá de ser o no pago.
Cuando se habla de SEO se hace referencia a toda estrategia encaminada a mejorar y optimizar la visibilidad de nuestro sitio web en los resultados orgánicos (no vamos a pagarle a la empresa del buscador para que nuestras páginas posicionen mejor) centrándose generalmente en el buscador de Google.
Si bien no se va a invertir para aparecer en los primeros resultados del buscador puede que necesites invertir en otros aspectos como el mejoramiento de la web. En cambio, el SEM es la forma en la que se aumenta la visibilidad de las páginas web en el buscador gracias a las campañas de anuncios de pago mismas.
El SEM tiene la ventaja de posicionarte en la parte superior con una señal que indica “Anuncio”, correspondiendo a webs que están realizando campañas de pago SEM quedando relegadas a los puestos inferiores los resultados orgánicos y en un menor tiempo, cuando en el SEO puedes tardar varios meses en conseguirlo. Sin embargo, en el se paga por cada clic sobre un anuncio, es decir, se paga por cada visita a la web.
El precio puede variar dependiendo del sector en el que se trabaja, En sectores muy competidos, como el de los viajes o los seguros, el coste por clic será mucho más elevado que en otros con menor competencia; y si bien un buen trabajo de SEO por parte de una agencia de marketing digital requiere inversión es mucho más rentable.
Entonces, ¿cuál conviene más? Si quieres conseguir resultados inmediatos, el SEO no es lo más recomendable. Pero si buscas una rentabilidad a largo plazo, el posicionamiento orgánico es el que más te puede ayudar a lograr tus objetivos. Ciertamente lo ideal es invertir en ambos.
Al iniciar, invierte en SEM para captar las primeras visitas e ir acumulando para invertir en posicionamiento orgánico. Una vez que estés mejor posicionado por el SEO puedes seguir invirtiendo en SEM para cubrir las debilidades que pueda tener el SEO.