Un hecho innegable es que vivimos en una época donde todo tipo de información y contenido están siempre al alcance de todos los que hacen vida dentro de esta sociedad. Esto, si bien ha sido positivo en cuanto al factor de democratización de la información, que ha dejado de ser un privilegio de unos pocos, también ha causado un síndrome bastante nuevo en el que el consumidor promedio se satura de información y de opciones, creando un escenario en el que ni sabe qué puede consumir, ni sabe cómo consumir más.
Sin embargo, ante esta situación tan extraña ha surgido un nuevo tipo de mercado en lo que es el mundo de los contenidos y el marketing, es decir, lo que conocemos como marketing de contenidos. Esto no es más que hacer un balance entre las cantidades que queremos hacer llegar al público en contraste con la calidad de este mismo contenido. Y es que no han sido pocos los estudios que han demostrado que un contenido de calidad es mucho más cautivador para el público que simplemente una multitud de contenidos hechos prácticamente al azar. Es por esto que el trabajo de una agencia SEO se ha ido centrando cada vez más en la mejora de la experiencia de los usuarios al acceder a un portal en particular, desde los aspectos base de esta experiencia como lo puede ser el diseño y la interface de un sitio web, hasta la calidad de los contenidos que se puedan encontrar en este.
Este tipo de marketing está sumamente sujeto a las limitaciones tanto de los temas que los clientes deben desarrollar como a las estrategias para desarrollar estos de acuerdo con las estrategias que sean pertinentes según el público al que se planea llegar. Dicho de otra manera, cuando se habla de marketing de contenido, no siempre estamos refiriéndonos exclusivamente a contenidos escritos, sino que hay varias circunstancias, ligadas más que nada al público objetivo, en los que fotos demostrativas o videos experimentales son de hecho bastante más efectivos que un simple artículo de presentación.
Una agencia de marketing digital debe tomar siempre en cuenta los factores que envuelven no solo al producto o servicio que se quiere promocionar, sino también al grupo etario y a los posibles clientes que salgan de sus esfuerzos publicitarios. En este aspecto, las marcas deben mantener siempre un fuerte sentido de la coherencia y del respeto a sus clientes.