29 Oct
29Oct

Cuando hablamos de ahorrar, a muchas personas se nos viene a la cabeza el mismo concepto, o al menos ideas que de base son muy parecidas. Por ejemplo, solemos pensar que la única manera decente de ahorrar es extraer un porcentaje determinado de nuestro sueldo mensual. 

Pero en esa ecuación obviamos realidades sociales muy importantes. Por ejemplo, no todas las personas que necesitan ahorrar tienen trabajo, por no mencionar la precariedad de muchos de ellos. Además, hay un aspecto fundamental en el ahorro que estamos pasando por alto: los hábitos de consumo.

En lo que respecta a lo primero, si necesitamos crear un fondo de ahorros pero no tenemos de momento un trabajo que nos permita aumentarlo, podemos recurrir por ejemplo a la venta en tiendas de segunda mano. No solemos darnos cuenta de inmediato, pero en nuestra casa suele haber ropa, libros y objetos decorativos que o ya no usamos, o ya no nos dicen nada. 

Aunque se pueden donar, si nos encontramos en una situación financiera desesperada, lo bastante desesperada como para no tener siquiera la posibilidad de servirnos de la ayuda de mini créditos rápidos, lo más útil e inteligente que podemos hacer es venderlos y guardar el dinero obtenido a buen recaudo.

Una cosa lleva a la otra, y crear el fondo de ahorros nos puede motivar a aumentarlo poco a poco a pesar de nuestras complicadas condiciones monetarias actuales. ¿Pero cómo aumentamos un fondo de ahorro que corre el riesgo de fosilizarse debido a la falta de recursos económicos? 

Aquí es donde entran nuestros hábitos de consumo, si bien partiendo de la base de que no tenemos dinero o nos cuesta ganarlo, este plan puede ser difícil de ejecutar. 

Aun así, podemos optar por reducir nuestros planes de ocio o, por lo menos, acudir a ellos con más prudencia, intentando gastar siempre un poco menos de lo que solemos gastar.

También podemos cambiar nuestros hábitos alimenticios para gastar dinero en alimentos que nos puedan durar todo el mes, como enlatados o envasados. Son solo ideas y, desde luego, hay muchas más. Depende de nuestra situación concreta.

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