02 Dec
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La crisis del 2008 causó un sinfín de estragos en lo que es el sistema financiero español, uno de los principales afectados de dicha crisis fueron los bancos, las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito. Previo a esta crisis existía una gran cantidad de estas entidades financieras, pero en la actualidad su número se ha reducido al mínimo hasta casi su desaparición total, las víctimas principales han sido las cajas de ahorro, pero ¿qué sucedió?

Las cajas de ahorro son una serie de entidades financieras y benéficas que ofrecen créditos a sus clientes, en la mayoría de los casos no requerían presentar avales o garantías para su solicitud, de alguna forma u otro, se podría decir que se trataban de préstamos inmediatos. Estas cajas de ahorro son reguladas por el Banco de España, el cual se encargaba de, no sólo regular sus fondos de inversión, sino también de analizar el rendimiento y los beneficios obtenidos, así como también se encargaba de coordinar las operaciones realizadas por las mismas.

Luego de la crisis financiera del 2008, las cajas de ahorro comenzaron a desaparecer paulatinamente e incluso, en algunos casos se trató de una desaparición forzosa, esto se debe a que posterior a este año se dio inicio a una regulación bancaria lo cual dio origen a una unificación y concentración de todo el sector bancario, con ello las cajas de ahorro se vieron forzadas a unificarse o desaparecer en su totalidad. De 45 cajas de ahorro que existían, para el año 2010 este grupo se redujo drásticamente a 15 entidades financieras.

En algunos casos, el proceso de fusión fue forzado debido a la intervención directa del Banco de España en un intento de que estas cajas de ahorro no perdieras eficiencia, este proceso de intervención dio origen al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el 2009, el cual sigue vigente en la actualidad; a través de este ente la mayoría de las cajas de ahorro fueron vendidas y en algunos casos convertidas en bancos, para la reestructuración del sistema financiero español. La mayor parte de este proceso tuvo lugar entre el 2010 y el 2014.

Entre las consecuencias más resaltantes de esta reestructuración están:

  • La reducción de la competencia financiera.
  • Mayores dificultades para adquirir y solicitar créditos para los emprendedores, autónomos y PYMES.
  • La desaparición de la obra social por parte de las cajas de ahorro 

Sin embargo, a pesar de la crisis sufrida por el sector financiero aún existen en España dos cajas de ahorro a las cuales las personas pueden acceder, así como también algunos bancos continúan ofreciendo las cajas rurales o cooperativas de crédito a pesar de la constante amenaza de desaparición. Por otro lado, desde entonces también han proliferado a través de internet la solicitud de créditos online, los cuales se han convertido en una solución para los autónomos y las PYMES.

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