Sin duda alguna una de las diferencias más grandes a las que se enfrenta un individuo al salir de su casa es a la de ver desfilar delante de sí mismo el montón de facturas cuya existencia ignoraba por completo previo a ese gran cambio. Luz, agua, gas, internet, televisión, Netflix y pare usted de contar cuántos otros servicios pueden haber en un hogar de clase media, y todos y cada uno con un costo que puede terminar ahogando el presupuesto de una persona.
Es por esto que a continuación se comparten algunos de los consejos más útiles para ayudar en la economía del hogar compartidos por personas que ya llevan años viviendo por su cuenta.
Recuerda que no siempre podrás vivir en el lugar más bonito. Un error común de las personas que salen de su casa por primera vez es buscar siempre los lugares más de moda, céntricos y convenientemente ubicados. Si bien todas estas son las características deseables al alquilar un nuevo lugar fuera de casa, estos también suelen ser los más costosos. Esperar a estar lo suficientemente establecido laboral y económicamente antes de buscar todo esto al mismo tiempo es fundamental para evitar ahogarse en deudas.
Compartir vivienda, e incluso habitación puede salvarte el pellejo. Es un consejo similar al anterior pero con otro enfoque. Muchas veces las personas que recién salen de casa suelen preferir vivir por su cuenta y sin compartir un techo. Esto sin embargo, además de las evidentes desventajas económicas que supone gastar bastante más en alquiler o expensas, también supone la desventaja del desconocimiento del terreno y la soledad en una nueva provincia para aquellos que se han ido bastante lejos de casa. Vivir, al menos por un tiempo, en una residencia estudiantil o compartiendo espacio con personas que ya hayan estado en el lugar por un tiempo puede dar acceso a conocimiento sobre los mejores lugares para comprar, lugares para fiestear sin gastar tanto, o a donde acudir en casos de emergencia.
Evita exceder tu presupuesto a toda costa. Evitar los gastos innecesarios pasa de ser un buen hábito a un requisito básico de supervivencia. Es imposible saber cuándo se requerirá realizar un gasto fuerte debido a alguna eventualidad determinada. En caso de que esto suceda existe la posibilidad de recurrir a préstamos rápidos sin papeleos que pueden ayudar a solventar una necesidad económica eventual sin necesidad de desangrar de manera agresiva el presupuesto del mes, sin embargo también se debe ser cauteloso con estos y no pedirlos con demasiada frecuencia para evitar acumular pagos de cuotas.