02 Oct
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Solicitar un préstamo a una entidad bancaria es siempre un compromiso difícil de asumir. Es uno de los motivos por los que en la actualidad se están empezando a popularizar los créditos rápidos de WannaCash.es y otros sitios web de solicitud de préstamos a través de internet. 

Aunque la metáfora suena un poco dramática, establecer un compromiso de solicitud de crédito con un banco es como pactar con el Diablo, en el sentido de que existen una serie de cláusulas, obligaciones y responsabilidades que tenemos la obligación de cumplir una vez ponemos nuestro nombre en la firma del documento.

El verdadero problema es que nuestra situación económica puede cambiar. Por mucho que estemos viviendo una época de bonanza y estabilidad a la hora de solicitar un crédito, que puede ser debido a causas múltiples como comprarse un coche, calcular una hipoteca o solventar la financiación de una boda, en cualquier momento esa estabilidad puede verse afectada por una serie de causas sobre las cuales no tenemos control. 

Pueden despedirnos, pueden bajarnos el sueldo, podemos vernos obligados a utilizar un amplio porcentaje de nuestro dinero en un problema familiar inesperado y relacionado con el pago inmediato de la sanidad privada, etc.

¿Qué debemos hacer entonces cuando nos damos cuenta de que no podemos asumir el pago del crédito? Desde luego hay que tener muy claro lo que no se debe hacer: esperar a que venza el plazo. 

Si sabemos anticiparnos a la situación y ser prudentes, acudiremos al banco para explicarles nuestra situación. Salvo excepciones muy concretas, el banco nos ofrece innumerables posibilidades, como alargar el plazo de pago o llevar a cabo una refinanciación de la deuda para adaptarla a las nuevas circunstancias del solicitante.

Todo eso es mejor que los problemas que afrontaremos si vence el plazo. Por ejemplo, la aplicación de intereses de demora por parte de la entidad, lo que acrecenta el precio periódico del crédito y nuestros problemas, o incluso una demanda judicial después de la tercera reclamación. Siempre hay una solución, quedarse de brazos cruzados y esperar a que la tormenta pase no soluciona nada.

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