Una hipoteca es un contrato de préstamo, mediante el cual una entidad le otorga a un cliente un monto de dinero para que adquiera un bien inmueble que servirá de garantía para el acreedor en caso de que el deudor no abone las cuotas correspondientes. También se pueden constituir hipotecas sobre bienes inmuebles que ya se poseen, pero esto es menos frecuente.
Las hipotecas están compuestas por dos elementos fundamentales. Por un lado, el contrato de préstamo. Es ese acuerdo constan las obligaciones de ambas partes, el plazo de devolución, el sistema de amortización y las cuotas.
Por otro lado está la garantía hipotecaria. Implica que en caso de incumplimiento por parte del prestatario el prestamista se cobrará con la propiedad del bien hipotecado.
Antes de contraer una hipoteca debes informarte sobre los distintos tipos de hipotecas que existen para saber cuál se amolda más a tus necesidades.También es recomendable que utilices un simulador de préstamos para calcular una hipoteca. De esta forma, podrás tener una idea general sobre el valor de las cuotas que deberás abonar mensualmente.
Según el objeto del contrato las hipotecas pueden ser: para primera vivienda o para segunda vivienda. Si el contrato es para adquirir una primera vivienda o residencia habitual se suele financiar un 80% de su valor, fijar un tipo de interés reducido y establecer un plazo de devolución de entre 25 y 30 años.
En caso de que sea para una segunda vivienda el porcentaje a financiar es menor, comúnmente entre un 60% y 70%, el plazo no suele superar los 20 años y se aplican tasas de interés más altas. Si tú estás pensando en contraer una hipoteca de este estilo y el porcentaje financiado no es suficiente, puedes recurrir a prestamistas para cubrir el monto que te falte.
Según el tipo de interés existen tres tipos de hipotecas: fijas, variables y mixtas. Lashipotecas fijas son aquellas en que el interés no varía durante todo el plazo del contrato. Las hipotecas variables se caracterizan por cambios en el tipo de interés, conforme a un tipo de interés de referencia que se revisa anualmente, aunque esta revisión se puede reducir a seis meses en algunos casos. Por último, las hipotecas mixtas combinan un período con tipo fijo, generalmente de cinco o diez años, y el resto del lapso a tipo variable.