Si bien hace años algunos estudiosos pronosticaron el final de las estrategias de posicionamiento web y SEO y al día de hoy muchos hablan de la obsolescencia de las mismas, estadísticamente se ha probado que estas, muy lejos de haber ido desapareciendo, han ido evolucionando conforme lo han hecho las tendencias comunicacionales de las redes, convirtiéndose entonces en uno de los factores más necesarios y mejor cotizados en lo que respecta a la vida y presencia mediática de las marcas en cuanto a los medios electrónicos se refiere.
En primer lugar debemos entender que las siglas en inglés SEO (Search Engine Optimization) corresponden a una serie de estrategias y herramientas cuidadosamente diseñadas por entidades y por profesionales expertos en el comportamiento de la web. E
stos profesionales, si bien no constan con una formación formal en una entidad universitaria (puesto que este tipo de carreras si bien están en la mesa de propuestas para carreras emergentes a la fecha todavía no se ha consolidado como tal) si cuentan en su haber con una muy amplia experiencia no solo en los campos de la informática, sino que también la tienen en el análisis de data y en la interpretación de las mismas de manera que puedan predecir y calcular las estrategias adecuadas a seguir para lograr optimizar el volumen de visitas de un determinado sitio web.
Es común que una marca que pretenda lograr que sus productos o servicios tengan una mejor penetración entre los usuarios y por ende una mayor presencia en el mercado recurran a una agencia de marketing digital; contrario a lo que muchos podrían pensar, la tarea primordial de una agencia de este tipo no es la de comercializar productos en sí mismos o realizar operaciones de compra y venta, si no que dedican a lograr que aquello que es ofrecido por sus clientes tenga una mayor visualización entre los usuarios que navegan por el Internet, pudiendo entonces crear un potencial aumento en el número de tratos y negocios llevados a término por parte de estos causando así una gran mejora en el volumen de ganancias reportados para el usuario en cuestión.
Si bien antes se asociaban las estrategias de SEO a la rudimentaria colocación de palabras determinadas por un algoritmo en los buscadores más populares, lo cierto es que estas estrategias ahora más que nada se apoyan en la generación de contenido que no solo sea visualmente llamativo, si no que se prefiere la mejora del contenido en general de manera que el público se vea atraído a visitar con mayor frecuencia una web al considerarla valiosa por una amplia gama de aspectos y no una simple trampa de clickbait puesta ahí por un algoritmo.