Es un término que se ha discutido relativamente poco, hecho que ha cambiado para mejorar durante los últimos años. Antes se pensaba que no era algo imprescindible porque las personas que tienen mayor impacto en la economía son las que manejan más dinero. De aquí viene la posición conservadora de sesgar tanto el sistema financiero.
Adoptar un préstamo en un banco es sumamente difícil para la mayor parte de la población por los requisitos tan altos que se solicitan. Los tiempos son irreales, incluso si se tratan de cantidades pequeñas, por lo que no sirven para paliar situaciones urgentes. Además, incluso después de haber pasado por todo el proceso, es posible que te echen para atrás el préstamo.La inclusión financiera es exactamente lo contrario a eso.
Se trata de incluir a toda la población en un sistema en el que tengan acceso a productos y servicios financieros, sin importar su situación económica puntual. Con ella se busca el bienestar financiero de la población general, a través del uso responsable de estos productos.
Es una posición nueva porque se elige tradicionalmente darle preferencia a los que tienen una buena posición económica. A pesar de que tiene cierto sentido porque las entidades bancarias necesitan la mayor seguridad posible, es contraproducente al evitar que la población mejore su situación lo suficiente como para cumplir con los requisitos.
El beneficio general es que el acceso a productos y servicios adecuados permite a las personas ahorrar el excedente de su capital de manera segura. Incluso, sirve como capital para llegar a este punto. Uno de los ejemplos más claros son los préstamos por teléfono móvil, que han servido como medio para comenzar a tener una buena salud financiera.
Más que todo se usan estos servicios para mejorar la calidad de vida que está relacionada con el poder económico como el acceso a la educación, el financiamiento de bienes y la financiación para llevar a cabo actividades generadoras de ingresos. Todo esto se genera a mediano y largo plazo en activos que mejoran el bienestar financiero de la persona, y así su calidad de vida.
Por el lado de las empresas sucede algo similar. Según el comparador de créditos Ipayday, la aprobación de diversos productos financieros implican oportunidades de inversión que se habían negado con anterioridad. De esta forma, es más fácil adquirir nuevas tecnologías y capital humano para el progreso, e incluso la ampliación de la organización. En otras palabras, la inclusión financiera es sinónimo de una mayor rentabilidad.