Por desgracia, en todas las industrias y sectores empresariales existen paradigmas. Es decir, modelos de productos y servicios a los que dichas empresas conceden una mayor importancia, ya que se venden mejor.
Es lo que se conoce como productos o servicios mainstream, y podríamos poner mucho ejemplos. Por ejemplo, productos televisivos para masas, o libros de autor que se convierten fácilmente en bestsellers, ya que el propio autor, al ser famoso y gozar de buena reputación, se convierte en una marca en sí misma.
Siguiendo con el ejemplo editorial, pero extendiéndolo en general a todo el sector artístico y cultural, nos encontramos con el mismo panorama en la música, en todo tipo de divertimentos audiovisuales, en el arte visual en sí, etc.
Los principales perjudicados de este hecho son los y las artistas que intentan hacerse famosos, labrarse un nombre y vivir de lo suyo, si «lo suyo» no es precisamente lo que consume la masa. ¿Qué pueden hacer? ¿De qué forma podrían conseguirlo? Hay muchas maneras y, según cada persona, unas pueden ser mejores que otras.
La autodición y la autoventa existen. El principal problema que eso supone es que la persona que quiera vender su arte de esa manera necesita invertir ingresos personales. Algunas veces dispone de ellos gracias a su trabajo y, por extensión, gracias a sus ahorros.
Otras veces, sin embargo, puede que necesite recurrir a inyecciones económicas extra, como puede ser la solicitud de préstamos online. En el peor de los casos, el o la artista ni siquiera va a poder permitirse invertir dinero, ya sea mediante préstamos o mediante el uso de sus propios ingresos.
En este segundo caso entra en juego el mecenazgo virtual o crowdfunding. Es decir, la persona elabora un proyecto y muestras del mismo, lo sube a plataformas como Verkami y lo difunde para que personas interesadas en él donen el dinero con el que se financiará, si se alcanza el mínimo.
El inconveniente es que las personas con un círculo social demasiado estrecho o con poco feedback a lo mejor no lo consiguen. No obstante, es una opción interesante.