El marketing digital no es solo un conglomerado de técnica y estrategias enfocadas al SEO, al SEM, a los contenidos de blog o a las redes sociales, aunque claramente son todos pilares fundamentales del mismo. Sirve para mucho más, sin embargo, como bien sabe cualquier agencia SEO acostumbrada a aplicar dichas técnicas en multitud de ámbitos distintos.
Para empezar, la mercadotecnia llevada a cabo a través de internet no solo sirve para sitios web y perfiles en Twitter, Facebook e Instagram, sino para eventos y, en general, para actividades llevadas a cabo en el mundo real, del cual al final emana todo lo demás.
Una tienda electrónica que comercializa con libros impresos a través de internet y a nivel nacional necesita una campaña de posicionamiento y visibilidad en internet muy fuerte, pero todo ello tiene un único objetivo: vender esos libros, que son el producto físico, delimitado, tangible y material. Es un ejemplo de muchos, pero sirve para ilustrar a qué nos referimos. Otro tiene que ver con los eventos.
Las librerías que alquilan un stand en las ferias del libro, o las empresas que acuden anualmente a los eventos nacionales e internacionales más importantes de su sector para darse a conocer, necesitan hacer uso del marketing digital para atraer a su espacio, también físico, a muchas personas, todas ellas en teoría clientes potenciales de la marca.
De igual modo, en charlas y conferencias, o en eventos organizados por la propia empresa, las redes sociales se convierten en un elemento imprescindible. El cartel diseñado, por ejemplo, se presentará sobre todo en Instagram.
En resumen, el marketing digital no es una entidad aislada del mundo real, sino que parte de él. Al fin y al cabo, internet, como plataforma de información y comunicación, también ha nacido con la firme intención de romper las barreras físicas entre personas de carne y hueso.
Personas que pueden mandar un correo para preguntarle algo a la empresa, o seguir a dicha empresa en Facebook. El marketing aplicado a internet, en definitiva, no existiría sin la realidad física, y no hay ninguna excepción a esa verdad.